Anita Carmona (1908-1940)

En principio, muy jovencita, empezó de masajista en el Sporting de Málaga. Pero quería jugar. Al final, con la ayuda de un sacerdote y de un familiar se vistió de hombre y participó en varios partidos sin que nadie se percatase de su verdadero sexo. Así, hasta que la descubrieron. Tuvo que marcharse y terminó en Vélez-Málaga, donde 'fichó' por un equipo en el que estuvo –por descontado, travestida– entre finales de los veinte y principios de los treinta. La llamaban ‘el Veleta’. Fue uno de sus jugadores punteros y, en la práctica, la primera futbolista profesional.

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