Submitted by miriam on Lun, 03/01/2021 - 11:20
Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson

Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson

La carrera espacial también la ganaron las mujeres. John Glenn, fue el primer estadounidense que orbitó la Tierra, y Neil Armstrong y sus compañeros llegaron a la Luna, pero nada hubiera sido posible sin los cálculos que realizó un grupo de matemáticas afroamericanas en la NASA durante los años 60. El desconocido trabajo de Katherine Johnson, Dorothy Vaughan, Mary Jackson y otras “computadoras humanas” salió a la luz con la publicación del libro Figuras Ocultas y la posterior adaptación cinematográfica.

Se conoció como “computadoras humanas” al equipo de matemáticas calcularon, con lápices, reglas y sencillas calculadoras, las complicadas ecuaciones que permitieron lanzar los cohetes y a sus astronautas al espacio.

 

De las tres protagonistas, la única que sobrevive es Katherine Coleman G. Johnson (White Sulphur Springs-Virginia Occidental, 26 de agosto de 1918). En 2015 recibió la Medalla Presidencial de la Libertad de manos del presidente Obama en reconocimiento a su trabajo.

En la misión Apolo 11, que logró llevar a un hombre a la Luna, calculó el momento preciso en el que la sonda debía abandonar la superficie lunar para que alcanzara justo a tiempo y se pudiera enganchar al módulo de servicio. Sus ecuaciones y cálculos se aplicaron durante la crisis del Apolo 13 también, cuando una explosión en la nave imposibilitó que sus tripulantes manejaran el ordenador de a bordo.

Dorothy Vaughan (Kansas City, 1910 - Hampton, 2008) en 1949 es la primera mujer negra que consigue ascender como jefa de personal en la NACA (National Advisory Committee for Aeronautics que luego se convertiría en la NASA).

En su cargo de supervisora y directora de las West Area Computers siempre se preocupó por la situación de las empleadas y defendió sus derechos laborales.

Se especializó en computación y FORTRAN, un lenguaje de programación de alto nivel especialmente adaptado al cálculo numérico y a la computación científica.

Y contribuyó al proyecto SCOUT (Solid Controlled Orbital Utility Test system), vehículos de lanzamiento diseñados para colocar satélites pequeños en órbita alrededor de la Tierra.

Mary W. Jackson (Hampton, Virginia 1921-2005) entró Langley en 1951. Tras las reticencias de su familia y ganar en los juzgados su derecho estudiar ingeniería en una escuela solo para blancos, consiguió su título y se convirtió en la primera ingeniera negra de la NASA en 1958.

Se especializó en analizar los datos del túnel de viento y los experimentos de vuelo en la división de aerodinámica subsónico-transónica. Quería entender el flujo de aire, incluidas las fuerzas de empuje y resistencia. Publicó una docena de artículos científicos.

Además fomentó la contratación y promoción de la mujer en la NASA desde la Oficina de Programas de Igualdad de Oportunidades y Discriminación Positiva.

Categoría biografía