Ingeniera industrial española que lidera el grupo del CSIC que ha desarrollado el primer exoesqueleto biónico del mundo para niños con atrofia muscular espinal, enfermedad degenerativa que afecta a cerca de 2.000 menores en España.
Trayectoria Doctora en Robótica en 2009 por la Universidad Politécnica de Madrid y científica titular en el Centro de Automática y Robótica (CAR) CSIC-UPM. Comenzó su trayectoria profesional especializándose en el diseño de robots orientados a la industria, hasta que en 2009 conoció a Daniela, una niña que a raíz de un accidente de tráfico quedó en un estado severo de tetraplejia.
A partir de ese momento su trabajo se centró en fabricar dispositivos orientados a mejorar las facultades físicas, contribuir a la rehabilitación y aumentar la movilidad de niños que sufren enfermedades neuromusculares degenerativas. Sus principales líneas de investigación abarcan la mejora en la agilidad de la locomoción en cuadrúpedos; la creación de exoesqueletos de extremidades inferiores y ortesis activas; la estabilidad dinámica en robots caminantes y su adaptación a terrenos complejos con perturbaciones ambientales. Elena García Armada es además fundadora de Marsi Bionics, empresa derivada del CSIC y la UPM, cuyo objetivo es la investigación y creación de exoesqueletos pediátricos, estructuras basadas en soportes que se ajustan a las piernas y al tronco del niño, y que al incorporar motores que imitan el funcionamiento del músculo, le aportan fuerza para caminar y mantenerse en pie.
Uno de sus primeros proyectos fue SILO 4,5 un robot de 30 kilogramos donde se testó el algoritmo de mejora de control y estabilidad de la máquina y que permitía una mayor autonomía por parte del robot, prescindiendo así de supervisión humana. Al mejorar la adaptabilidad del robot al terreno (adaptando las patas según percibe perturbaciones y alteraciones) aumenta su equilibrio e impide que vuelque, lo que es fundamental para tareas de arrastre o transporte de cargas. SILO 4 está pensado para su uso en labores de reconocimiento y rescate en catástrofes y para labores de desminado. En el campo de la creación de exoesqueletos pediátricos, el proyecto más destacado y premiado ha sido ATLAS 2020, un exoesqueleto de 9 kilogramos de peso capaz de controlar la rigidez mientras permite un movimiento más ágil y articulado mediante sus diferentes sensores de fuerza, presión y temperatura. Está dotado de articulaciones inteligentes que interpretan los movimientos del paciente detectando cuáles son deseados y cuáles indeseados, algo fundamental ya que en muchos casos existen movimientos espasmódicos que, mal interpretados, conllevan serios riesgos de seguridad al paciente.
Premios y Reconocimientos
- Premio Hipatia-Mujeres en la Ciencia, 2019
- Medalla de Oro de Madrid, 2018
- Premio MAS: Mujeres a Seguir, 2017 Mejor Tecnología Sanitaria.
- Premios ABC Salud 2016
- Premio CEPYME 2015 Primer
- Premio Innova eVIA 2014